La Verdad, el Tiempo y la Historia,
de Francisco de Goya (hacia 1800).
Alegoría de
debatida interpretación, es también conocida con otros nombres.
“…El alado y anciano tiempo traería de la mano
a la verdad, para que la historia la dejara registrada mediante la escritura…”
“…1234567890 …123”
Más allá de
las acepciones propias de la ciencia histórica, "historia", en el
lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos
imaginarios y de mentiras; sea su propósito el engaño, el placer estético o
cualquier otra ficción histórica. Por el contrario, el propósito de la ciencia
histórica es esclarecer los hechos y sucesos que ocurrieron y se desarrollaron
en el pasado e interpretarlos, ateniéndose a criterios de objetividad; aunque
la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean
posibles son en sí mismos objetos de debate.
A su vez,
llamamos "historia" al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de
una "historia honesta".
La
existencia de un hombre no debe tildarse de buena o de mala, bajo ningún
concepto, y menos sin antes tener un conocimiento pleno de sus vivencias, o
coloquialmente hablando “colocarse dentro de sus zapatos”.
No obstante,
independientemente de que los hechos me fueran arrebatados por el transcurrir
del tiempo y se distraigan de nuestra memoria, los incidentes vividos, por
otros sucesos ocurridos en el transcurso de nuestras vidas, existe la
posibilidad de obtener o reconstruir un relato fiable de los acontecimientos; ya sea para que el tiempo no abata el
recuerdo de las acciones de los hombres y que sus grandes infracciones
acometidas no sean ignoradas, ya sea por los hombres honestos, ya por los malos,
y esta historia no caigan en olvido.
Así comienza
la obra titulada “DIVORCIO EXPRESS”.
No podemos
pretender achacarle a la vida o a algún
Dios los resultados de nuestras acciones, mismas que corresponden más a
la aplicación de La dinámica, que es la
parte de la física que estudia las relaciones entre los movimientos de los
cuerpos y las causas que los provocar, en concreto las fuerzas que actúan sobre
ellos.
Recordando
la Tercera ley de Newton, la Ley de Acción y Reacción o lo que es igual, “Con toda acción ocurre siempre una reacción
igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos cuerpos siempre
son iguales y dirigidas en sentido opuesto”. Un ejemplo clásico es caminar,
cuando caminamos empujamos a la tierra hacia atrás con nuestros pies, a lo que
la tierra responde empujándonos a nosotros hacia delante, haciendo que
avancemos.
Cabe
destacar, que el resultado que obtendrás de este mundo tendrá mucho que ver en
la forma como manejes los obstáculos que se cruzan en tu camino.
En este
Punto es importante aclarar, a manera de legalidad, que los hechos que voy a
contarles son exclusivos de mi imaginación y que ninguna relación, por muy fiel
que parezca su exactitud, tienen que ver con la realidad; en pocas palabras “No
me demanden…, es la verdad”.
Podría
llamarme Zeus, Ulises o Nerón y con el apellido de cualquier otro grande Barón,
pero no decidimos nosotros ese acontecimiento tan trascendental de nuestras
vidas y por eso, una de las dependencias naturales que tenemos, al arribar a
este mundo, es la de que seamos conocidos por el nombre que algún otro eligen
por nosotros; en algunos casos son nuestros padres en otros las sociedad, como
es el caso de los espositos.
Mi nombre es Ali Parra y nací en Caracas, una ciudad de Venezuela, en el año 1965, mis padres, muy jovenes, se conocieron en un autobús que viajaba de San Carlos a Caracas, mi padre de 19 años, ella de 17, edades muy acordes para esos tiempos, ellos mantuvieron una conversación en todo el camino, animada por mi padre, Ali Ramón, quien era muy elocuente y gracioso; el decía que hacer sonreír a una mujer te aseguraba el camino a su corazón; mantuvo sonriendo a mi madre todo el camino, la alegría y las risas parecían un tema de la conversación.
Un avance muy
importante se debió a Galileo (1564-1642) quien introdujo el método científico,
que enseña que no siempre se debe creer en las conclusiones intuitivas basadas
en la observación inmediata, pues esto lleva a menudo a equivocaciones. Galileo
realizó un gran número de prácticas en las que se iban cambiando ligeramente
las condiciones de un problema y midió los resultados en cada caso. De esta
manera pudo extrapolar sus observaciones hasta llegar a entender un experimento
ideal.
continuara...!!